LA SOLEDAD DE LA PORTERIA - TRIANA

 


LA SOLEDAD DE LA PORTERIA - TRIANA

 
 Nuestra Señora de La Soledad de la Porteria Coronada "la Señora de la Triana canaria" y el grumete José Valido. Esta historia tuvo lugar a principios de 1900 y os la voy a contar tal y como sucedió , aviso , no es ninguna leyenda y ni tampoco es ningun cuento , esta historia ocurrió de verdad el grumete José Valido existió hasta hace varios años que falleció.

 los abnegados roncotes que componían las tripulaciones de los pesqueros que faenaban en la Costa de Africa invocaban como celestial Patrona y Protectora en las horas del peligro a la Virgen de La Soledad de la Portería.

Estos desde que pisaban tierra iban a postrarse ante su hornacina para cumplir sus promesas hechas en altamar , cuando las borrascas barrían con furia las cubiertas de las embarcaciones.

Como su salario era menguado y no tenían que ofrecerle a la Señora le depositaban a sus pies un cestón repleto de pescado.

Otra cosa que quiero que tengais en cuenta es que por aquella epoca la imagen de la Virgen estaba en la Capilla Mayor de la Iglesia de San Francisco de Asís y la hornacina de la Virgen estaba tapada con una tela de damasco roja y solo se descubría para sus cultos y las misas no si antes encederse seis cirios ante la Señora. Este ritual comenzo en 1920 y perduró cuatro decadas más.

La Historia milagrosa de la Virgen y el Grumete

Todo comenzó en una de las tarde del mes de San Juan en Junio , iba un barquito costero navegando viento en popa , en ese pequeño barquito iba el patrón sus empleados y el hijo del patrón.

De repente el patrón y los marineros en un despite se advirtieron de que algo estaba flotando alla a lo lejos del barco y era el hijo del patrón que se había caído al mar y no sabiendo nadar pidiendo auxilio no se percataron y siguieron travesía adelante.

Los pescadores se titaron al agua en busca del niño José Valido mientras el padre desesperado se arrodilló e invocó a la Virgen de la Soledad diciendo :
Madre de la Soledad ,
Reina y Señora del cielo ,
ampárame , Virgen pura,
porque sin tu amparo muero

....

Yo aunque pecador , soy padre,
y hallar a mi hijo deseo;
ampárale con tu manto y devuélveme el contento.



El padre en su oración también le prometió ir de casa en casa pidiendo limosna para pagarle una misa en honor de la Virgen.

Uno de los pescadores que habian vuelto sin esperanzas identificó un bulto que se movia en el agua y desesperado empezó a dar la voz de alarma de que ya el grumete habia sido encontrado , su sorpresa fue que se encontraron al niño flotando en el agua y solo se le veía la espalda. Los marineros lo suben al barquito y el padre le preguntó :

¿Cómo fue que no te ahogastes? el hijo le contesto ligero:

A mi nada me ha pasado ,
pues me a mantenido quieto
una señora muy buena,
que se me acercó al momento.

¿Qué estás diciendo muchacho? le dijo su padre.

Y el hijo le contestó :

Lo que digo, y en lo que digo no miento.
Iba vestida de bruja , y envuelta en un ropaje negro,
y me decía con cariño:
No llores , no tengas miedo,
que no te pasará nada,
querido y estate quieto.


Milagro , milagro gritaron todos los marineros la Virgen de la Soledad de la Portería es quien a obrado el milagro bajando desde los cielos.

Revosantes de gozo emprendieron su viaje de regreso a Gran Canaria , aquella noche los marineros le formaron un altar en el barquito a la Virgen de la Soledad y durante toda la noche fueron rezandole a su celestial protectora.

Al llegar a las costas de Gran Canaria , antes de llegar a la casa , padre e hijo van aprisa corriendo a darle gracias a la Virgen , muchas personas siguieron al niño y a su padre pero al llegar a la Iglesia franciscana y el padre contandole al parroco lo sucedido , el párroco para estar seguro de que el niño no mentia y era cierto lo que decia , le enseño al niño las imágenes de los Santos y santas que habian en la iglesia y el niño seguro de lo que decia le decia que no , entonces al llegar a la Capilla Mayor el parroco manda levantar la tela que cubría la hornacina de la Virgen pero antes de ordenar esto le dijo al niño :
Veremos si esta Señora
la encuentras igual a aquella.


Cuando el velo que la cubre hubo descorrido apenas
dijo el muchacho seguro:
Esa es la Señora, ésa ;
la que me dijo al caer
que ningún miedo tuviera ;
la que vi me mantuvo,
con la misma ropa negra
y con esa misma cara de bondad y gloria llena.


En ese momento el parroco y varios feligreses de la parroquia subieron con el niño y su padre al camarín de la Virgen y para su sorpresa vieron que el manto de la Virgen estaba mojado.

El padre apenas pudo dormir aquella noche pensando que tendría que pagarle la promesa la Virgen.

Al día siguiento él y su hijo con sus pies descalzos fueron de puerta en puerta a cumplir su promesa. La noticia milagrosa corrió de boca en boca y la Santa Misa en acción de gracias a la Señora fue multitudinaria.

Desde esa fecha y hasta hace poquito años , el niño ya adulto José Valido no dejó de ir a ver a la Virgen de la Soledad durante todos los sabados de su vida.

Dicho milagro lo tuvo en cuenta el Beato Papa Juan XXIII en la Bula de la Coronación Pontificia de Nuestra Señora de la Soledad de la Portería Coronada .


VIDEOS





 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario